Torch, Volt o Touch. Cualquiera de los tres sobrenombres son válidos a la hora de referirse temporalmente a un dispositivo que aún no ha sido oficialmente bautizado. Al margen de este asunto, lo que sí podemos apreciar son unas líneas de diseño que denotan cierto refinamiento y buen gusto a la hora de apostar por un dispositivo de gran pantalla (3.7 pulgadas) capaz de mover BlackBerryOS 7 a su antojo y con total fluidez.
No obstante, habrá que esperar a probar las primeras unidades del modelo para comprobar la autonomía que puede llegar a ofrecer este finísimo terminal equipado con casi en exclusividad con una pantalla táctil. Es decir, un consumo de recursos bastante elevado para una batería que se nos antoja pequeña a priori.
Es innegable la soltura de la combinación de un hardware renovado, al igual que el sistema operativo, a la hora de interaccionar sobre él o con cualquier otra aplicación, no existiendo apenas tiempos de espera entre una y otra acción. También observamos el nuevo teclado virtual que vendrá de serie con los nuevos terminales que RIM comience a distribuir en meses sucesivos, cuya respuesta no tiene nada que envidiar a cualquiera de los teclados físicos de cualquier otro modelo de la multinacional.
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