Existiendo ya un dispositivo similar algo más pequeño, el nuevo Samsung Galaxy Note 10.1 se presenta en el mercado con un objetivo un tanto incierto. Es cierto que es un tablet similar en potencia a lo ofrecido por el Galaxy Tab 2, también de 10.1. Las diferencias hardware se centran principalmente en que el Note tiene funciones de teléfono, mientras que el Tab se ciñe exclusivamente a la definición de tablet puro.
Sí, Samsung Galaxy Note 10.1 sirve para llamar por teléfono, pero está claro que ese no es uno de sus atractivos. En nuestra primera toma de contacto nos ha encantado el uso del S-Pen, que a pesar de ser similar al del Note de 5.3 pulgadas se disfruta mucho más gracias a la mayor pantalla. Las aplicaciones y posibilidades que brinda este accesorio os sorprenderán: múltiples niveles de presión, reconocimiento de texto escrito a mano, altísima precisión, cierta integración con Wolfram Alpha, reconocimiento de figuras geométricas…
Samsung Galaxy Note 10.1, con S-Pen
Quizá lo que más me ha llamado la atención del Samsung Galaxy Note 10.1 sea que es un tablet orientado a diseño. Es preciso, responde correctamente y lo más importante: trae una serie de aplicaciones específicas muy diferentes de lo ofertado por la competencia, centradas precisamente en tratar aspectos más cercanos a diseñadores que a usuarios comunes.En esta toma de contacto me ha sorprendido muy gratamente, llegando a recordarme a algunas tabletas de tipo Wacom en algunos momentos puntuales. Existen diferencias entre ellas, pero a día de hoy pocos tablets se acercan tanto al mundo del diseño.
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